Cantucci
- Fácil
- 55 min
La tradición napolitana cuenta con muchas preparaciones entre las que destacan los dulces como los mostaccioli, las galletas de amarena, las sfogliatelle y... los imprescindibles struffoli, los dulces más característicos del período navideño.
Para aquellos que aún no hayan oído hablar de los struffoli, basta con decir que son pequeñas bolitas de masa dulce, fritas y luego sumergidas en miel y decoradas con grageas de colores y fruta confitada.
En cuanto a los orígenes de los struffoli, debemos retroceder hasta la época de los antiguos griegos, quienes se cree que los exportaron al Golfo de Nápoles en tiempos de Parténope. Y es precisamente del griego de donde muchos afirman que proviene el nombre “struffoli”: más precisamente de la palabra “strongoulos”, es decir, “de forma redondeada”. Otras teorías sostienen que la palabra struffolo deriva de "frotar", el gesto que hace quien trabaja la masa, para enrollarla en cilindros antes de cortarla en trocitos. Otros piensan que el struffolo se llama así porque “frota” el paladar, es decir, lo cosquillea con su dulce sabor.
Aunque es una preparación muy conocida y apreciada, los struffoli tienen una gran difusión solo en el sur de Italia, donde existen diferentes versiones, todas más o menos similares a la receta original pero con nombres diferentes: en Calabria “cicirata”, en Umbría y Abruzzo “cicerchiata” y en Palermo “strufoli”. ¡Hoy queremos mostrarte lo fácil que es prepararlos con la receta del histórico café Gambrinus, de Nápoles!
Aquí tienes otras variantes para probar:
Para preparar los struffoli, comienza tamizando la harina en la tabla de amasar 1 y extiéndela para formar el clásico volcán 2. Añade también la sal 3.
Luego añade el azúcar 4 y el bicarbonato 5. Corta la mantequilla en cubos y colócala en el centro 6.
Empieza a amasar con las manos la mantequilla con el azúcar 7, luego añade en el centro los huevos uno a uno 8 y, continuando a amasar, añade también las yemas 9.
Vierte ahora el licor de anís 10, la ralladura de limón 11 y la de naranja 12, ambas ralladas.
Empieza a trabajar la masa con las manos 13, o con la ayuda de una rasqueta, hasta obtener una masa lisa y homogénea 14. Envuelve la masa con film transparente 15 para que no se seque. Deja reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente.
Toma una parte de la masa 16, manteniendo la otra siempre bien cubierta. Forma cilindros de 1 cm de grosor 17 y corta pequeños trocitos de aproximadamente 1/1,5 cm 18.
Colócalos en una bandeja forrada con un paño limpio, manteniéndolos separados entre sí 19. Continúa de esta manera hasta terminar la masa, manteniendo bien separados los trocitos. Pasa a la fritura: vierte el aceite en una cacerola grande y caliéntalo hasta alcanzar una temperatura de 150-160°. Sumerge pocos trozos a la vez, ayudándote con una espumadera 20 y remuévelos un poco durante la cocción, de esta manera quedarán redondos. Cuando estén bien dorados, escúrrelos 21; tardarán aproximadamente 3-4 minutos.
Colócalos en una bandeja con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y continúa de esta manera con la cocción de todos los demás struffoli 22. Ahora pasa a la guarnición. Toma la naranja confitada y córtala en cubos. Aparte, en una cacerola, vierte la miel y el azúcar 24.
Calienta a fuego lento, removiendo de vez en cuando 25. Tan pronto como comience a hervir, apaga el fuego. Deja que se enfríe un poco y añade la ralladura de limón 26 y la de naranja 27, ambas ralladas.
Añade la naranja confitada en cubos 28 y mezcla nuevamente 29. Deja que se enfríe durante 5-6 minutos, luego vierte los struffoli dentro 30.
Mezcla bien con una cuchara de madera hasta que los struffoli estén bien cubiertos y se hayan enfriado 31. Transfiérelos a un plato para servir, decora con grageas de colores 32, ralladura de naranja confitada y cerezas confitadas 33. ¡Los struffoli están listos!