Tarta de la abuela
- Medio
- 1 h 20 min
- Kcal 578
Elegante y espectacular, la tarta de fresas frescas es uno de los postres más clásicos y atractivos que se puede hacer con estas rojas y aromáticas frutas. Una tarta de frutas que siempre gusta a todos, ¡ideal para este periodo! Podréis prepararla para una fiesta de cumpleaños, o simplemente para una merienda deliciosa; la tarta de fresas frescas es adecuada para todas las ocasiones. Como la tarta con mermelada, esta tarta con crema también se hace con masa quebrada, pero el método de cocción es diferente: para obtener una base más crujiente, se cocina sin relleno. De este modo, la crema, al no pasar por el horno, quedará suave y aterciopelada. Solo faltan las fresas como decoración, una combinación perfecta que encantará tanto a la vista como al paladar.
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Para preparar la tarta de fresas frescas, comienza con la masa quebrada, que puedes hacer a mano o con batidora. Para la versión con batidora, añade la harina, el azúcar glas 1 y la mantequilla fría en cubos 2. Trabaja con la batidora de varillas (o de hoja) hasta obtener una mezcla arenosa, luego agrega la ralladura de limón 3.
Añade también el huevo 4 y vuelve a trabajar hasta formar una mezcla homogénea 5. No trabajes demasiado la masa para que no se caliente; transfiérela a una superficie y compacta rápidamente con las manos 6.
Forma un bloque, envuélvelo en film y deja reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos 7. Mientras tanto, prepara la crema pastelera: en una cacerola, vierte la leche y la nata 8, luego añade las semillas de la vaina de vainilla 9 y calienta a fuego lento, removiendo de vez en cuando.
En otro bol, vierte el azúcar y las yemas 10 y mezcla inmediatamente con una batidora de varillas 11, luego añade el almidón 12 y mezcla nuevamente hasta obtener una mezcla suave sin grumos.
Cuando la leche y la nata estén a punto de hervir, viértelas en tres veces en la mezcla de yemas 13, mezcla bien y vierte todo nuevamente en la cacerola 14. Vuelve al fuego y mezcla continuamente con una batidora de varillas hasta que la crema se espese y aparezcan las primeras burbujas 15.
Transfiere la crema obtenida a un recipiente bajo 16, cubre con film en contacto 17 y deja enfriar primero a temperatura ambiente y luego en el frigorífico. Mientras tanto, recupera la masa quebrada y colócala en una superficie ligeramente enharinada 18.
En este punto, extiende la masa quebrada con un rodillo hasta obtener un espesor de 3-4 mm 19. Luego, transfiérela a un molde de 28 cm, con bordes festoneados, previamente engrasado y enharinado 20. Acomoda bien la masa con las manos, luego usa un rodillo para eliminar el exceso de los bordes, presionando ligeramente 21. Alternativamente, puedes usar un cuchillo.
Pincha el fondo de la tarta con los dientes de un tenedor 22 y deja enfriar en el frigorífico otros 30 minutos. Luego, hornea en horno estático precalentado a 180°C durante unos 25 minutos (ajusta según la potencia de tu horno, la tarta debe dorarse pero no oscurecerse demasiado o secarse en exceso). Cuando esté bien dorada, saca la base de masa quebrada del horno 23 y deja enfriar completamente a temperatura ambiente. Una vez fría, desmolda la base de masa quebrada y colócala en un plato de servir. Recupera la crema pastelera del frigorífico y bátela con una batidora de varillas, para que vuelva a estar suave y aterciopelada 24.
Transfiere la crema pastelera a una manga pastelera sin boquilla 25. Corta algunas fresas por la mitad 26 y otras en cuartos; puedes quitar el tallo a todas o solo a algunas. Rellena la base de masa quebrada con la crema pastelera, formando una espiral desde el centro 27.
Decora con las fresas colocándolas en orden aleatorio 28 y pincela con la mermelada 29. Coloca la tarta de fresas frescas en el frigorífico durante un par de horas antes de servirla 30.