Cassata siciliana
- Difícil
- 1 h 40 min
- Kcal 1029
El cálido abrazo de la noche, el murmullo suave entremezclado con música y risas, el destello de las sonrisas que se refleja en los vasos llenos de un líquido perfumado y color rubí... recuerdos de viaje y evocaciones cinematográficas se superponen, pero es seguro que no se puede imaginar una noche de verano en España sin que el pensamiento se dirija a la Sangría. Bebida alcohólica a base de vino tinto robusto, fruta y especias, la Sangría es muy popular en toda España, donde se conocen infinitas versiones, incluyendo la sangría blanca, típica de Cataluña. Un dicho popular dice que, si el vino tinto hace buena sangre, la sangría la hace espectacular. Un juego de palabras acompaña el adagio, porque el nombre de la Sangría deriva precisamente de “sangre”, en virtud de su color rojo profundo y del imaginario pasional que le acompaña. Con su sabor intenso y especiado, y la costumbre de beberla helada, recogiendo con un cucharón fruta y bebida en igual medida para verter en cada vaso, la Sangría ha entrado de pleno derecho entre los imprescindibles de cada fiesta de verano que se respete. ¿Y tú, qué esperas? Corre a prepararla con nuestra receta, invita a todos tus amigos y sírvela junto a cubitos de tortilla de patatas. ¿Y qué mejor para continuar la cena que una espectacular paella de marisco?
Para preparar la sangría, primero prepara los ingredientes: lava las manzanas y, sin quitarles la cáscara, córtalas primero en rodajas 1, luego en tiras 2 y finalmente en cubos bastante pequeños 3.
Haz lo mismo con los melocotones 4. Exprime el jugo de un limón 5 y de una naranja 6 y resérvalo.
Luego corta la mitad de las naranjas restantes en rodajas 7 y la otra mitad en cubos 8, sin quitarles la cáscara. Haz lo mismo con los limones restantes 9.
Ahora toma un bol grande y vierte dentro los cubos de manzana y melocotón, luego añade el jugo de los cítricos 10 y las naranjas y limones cortados 11. Agrega el vino tinto 12
y el azúcar 13 y mezcla bien. Pasa a las especias: abre la vaina de vainilla a lo largo y raspa las semillas con la hoja de un cuchillo, luego añade en el bol tanto las semillas 14 como la vaina 15.
Coloca las ramas de canela y los clavos de olor en un infusor de té, así será más fácil removerlas 16. Inserta directamente el infusor en el bol o, alternativamente, añade las especias sin usar el infusor. Finalmente, vierte el coñac 17, mezcla y cubre el bol con papel film 18. Deja reposar en el frigorífico durante unas horas o, mejor aún, durante toda la noche.
Transcurrido el tiempo de maceración, elimina la vaina de vainilla y las especias, luego añade la gaseosa 19 y el hielo 20. Da una última mezcla y tu sangría está lista para ser servida 21!