Galletas de yogur
- Fácil
- 27 min
- Kcal 423.1
Las harinas: un mundo fascinante y quizás aún demasiado poco conocido si no es por los profesionales del sector. La mayoría de las preparaciones de horno, desde el pan hasta las galletas, se suelen preparar con la harina más común, la de tipo 00. Hoy queremos ofrecerles una alternativa: la harina integral rica en fibra que preserva todas las características del germen y el salvado en su totalidad. Después de haber perfumado su cocina con el pan integral, hoy les llevamos a la mesa del desayuno y les invitamos a preparar las galletas integrales. Crujientes pastas con sabor rústico y aroma intenso, gracias al uso del azúcar de caña muscovado, perfectas para mojar en leche y café, pero también para acompañar el té. Estamos seguros de que, recién horneadas, las galletas integrales desaparecerán en un abrir y cerrar de ojos, pero si sobran, la única precaución es su conservación porque la harina integral, al ser un producto no refinado, se conserva durante un tiempo significativamente menor. Así que, si tienen en mente llevar sus galletas integrales al trabajo como merienda matutina o para compartirlas con sus colegas, ciérrenlas bien en una caja de lata. ¡Les deseamos un buen despertar con estas pequeñas joyas genuinas para llenarse de energía buena!
¿Están buscando dulces integrales para el desayuno? Prueben también la tarta, el bizcocho y la tarta con harina integral y las galletas integrales sin mantequilla.
Para preparar las galletas integrales, comiencen a ocuparse de la masa: pongan en una batidora la harina integral 1, el azúcar muscovado 2 y la mantequilla fría de nevera cortada en cubos 3.
Accionen las cuchillas hasta triturar todo y obtener una mezcla granulosa 4, luego transfiéranla a una superficie de trabajo. Añadan la ralladura de limón 5 y los huevos ligeramente batidos 6.
Comiencen a amasar rápidamente con las manos (7-8) justo el tiempo necesario para obtener una masa uniforme 9, pero sin calentar demasiado la masa.
Envuélvanla luego en papel film 10 y déjenla reposar en el frigorífico durante 1 hora. Después, espolvoreen ligeramente la superficie de trabajo y extiendan su masa 11 hasta obtener un espesor de aproximadamente 1 cm 12.
En este punto, utilicen un cortapastas de 5 cm de diámetro para cortar sus galletas 13 y transfieranlas a una bandeja forrada con papel de horno, ayudándose con una espátula 14, dejando un poco de distancia entre ellas. Una vez llena la bandeja 15, horneen las galletas en un horno estático precalentado a 170° durante 15-17 minutos (pueden intentar hornear en un horno ventilado siempre a 170° durante unos 12 minutos).
Una vez cocidas, sáquenlas del horno 16, esperen unos minutos y transfiéranlas a una rejilla 17 para que se enfríen completamente. Mientras tanto, amasen rápidamente los restos de masa y continúen preparando las otras galletas integrales para luego hornearlas como se indicó anteriormente; en total obtendrán unas 40 galletas. ¡No les queda más que servirlas para el desayuno o la merienda 18!