Panzerotti (calzones) fritos
- Medio
- 1 h 5 min
- Kcal 452
Fragante, caliente y con queso fundido: la pizza frita es uno de los street food napolitanos más amados del mundo! Para descubrir todos sus secretos, hemos invitado a la cocina de Giallozafferano a uno de los pizzeros más famosos y queridos: Gino Sorbillo. Napolitano de pura cepa y pizzero de tercera generación, Sorbillo ha preparado para nosotros la pizza frita con mortadela y fiordilatte. Comenzando con el agua, tal y como dicta la tradición napolitana, con los tiempos adecuados y movimientos estudiados, repetidos cuidadosamente, obtendrás una masa lisa y sedosa que podrá albergar el relleno que más te guste. La versión que te proponemos junto con la con salami es una de las más clásicas. No te dejes intimidar por el tamaño de la pizza frita con mortadela y fiordilatte, será tan buena y digestible que querrás comer otra inmediatamente!
Y si eres amante de la pizza, no te pierdas la receta de la pizza a larga fermentación!
Para preparar la pizza frita con mortadela y fiordilatte, como primer paso deja correr el agua del grifo y cuando esté fresca, toma la cantidad necesaria según la receta y transfiérela a un bol grande. Añade la levadura de cerveza 1 y disuélvela con las manos 2. Tamiza la harina dentro de un bol, añade la sal dentro 3
y mezcla con el dorso de una cuchara de madera 4. Añade casi la mitad de la harina 5 y mezcla con la cuchara hasta obtener una masa 6. Realiza estas operaciones lentamente para respetar los tiempos de absorción de la harina.
Añade el resto de la harina poco a poco 7, de esta manera la masa será más suave y podrás controlar mejor la cantidad de harina a añadir. Una vez que hayas incorporado toda la harina necesaria con la cuchara de madera, comienza a amasar con las manos dentro del bol 8, llevándola hacia el centro y recogiendo la harina de los lados internos del bol. Cuando el recipiente esté limpio, transfiere la masa a la superficie de trabajo: aún estará en bruto pero ya tendrá cierta consistencia. Añade un poco de harina y realiza pliegues durante 2-3 minutos, añadiendo eventualmente un poco más de harina. La masa no debe quedar demasiado lisa. Ahora continúa trabajando "cerrando" la masa de la siguiente forma: golpéala contra la superficie agarrando el bollo por la mitad de manera que se forme un pliegue y que al estirarlo y llevarlo hacia adelante se cierre sobre sí mismo 9. De esta manera comenzará a formarse la malla de gluten e incorporarás aire dentro. Realiza esta operación unas 10 veces, no más, de lo contrario la masa se pondrá demasiado compacta.
Compacta el bollo, deja la masa sobre la superficie y cúbrela con papel film 10. Espera 10-15 minutos, pasado este tiempo notarás que la masa se ha vuelto lisa, sedosa y más compacta. Esta operación también se conoce como "puntada". Retira el papel film, añade un poco de harina, realiza un corte central 11 para crear una barra 12.
Divide en 4 porciones de aproximadamente 170 g 13. Redondea cada porción sobre la superficie, sin apretar demasiado 14, pero sella bien el remolino que se crea en el fondo 15.
De esta manera obtendrás 4 bolitas perfectamente esféricas, colócalas en un recipiente de alimentos, espaciándolas al menos 2 cm 16. Cúbrelas con la tapa y deja que fermenten durante 6-8 horas en un lugar fresco, controlando de vez en cuando la fermentación. En este punto, ocúpate de los ingredientes para el relleno. Corta la mortadela en trozos grandes 17. También corta el fiordilatte primero en rodajas y luego en trocitos 18.
Transfiere la ricotta a un bol, añade el agua 19 y mezcla hasta obtener una consistencia lisa y cremosa 20. Cuando la masa esté bien fermentada, pon a calentar el aceite, debería alcanzar una temperatura de 200º. Utilizando una espátula bien enharinada, toma una bolita de masa, despegándola del fondo 21.
Colócala en la superficie y con las manos secas comienza a estirarla 22, deberás obtener un disco más pequeño que el de la pizza habitual. Coloca en el centro 1/4 de la ricotta dejando 3 cm libres en el borde. Añade un poco de fiordilatte 23, un poco de mortadela 24,
pimienta negra recién molida 25 y algunas hojitas de albahaca 26. Cierra la pizza en forma de media luna 27,
sella bien los bordes presionando con los dedos 28, levántala con cuidado, dale la vuelta 29, presiona nuevamente el borde con los puños y asegúrate de que no haya agujeros. Luego levántala para transferirla a la olla con el aceite caliente y naturalmente se alargará, sumérgela en el aceite caliente 30.
Utiliza dos espumaderas, con una mantén sumergida la pizza y con la otra mueve el aceite por encima. Espera unos instantes 31, dale la vuelta y continúa la cocción hasta que esté bien dorada 32. Escúrrela, colócala sobre una bandeja con papel para frituras 33 y continúa con el estirado y la cocción de las demás. Disfruta de las pizzas fritas bien calientes!