Crema catalana
- Fácil
- 1 h 40 min
- Kcal 455.9
La panna cotta es uno de los postres de cuchara más conocidos y apreciados no solo en Italia, sino también en el extranjero. Por la simplicidad de su preparación, el sabor particularmente delicado y la forma elegante en la que se puede emplatar y condimentar, se ha convertido en un clásico postre de fin de comida perfecto para cualquier ocasión. Los orígenes precisos de este dulce son desconocidos, solo se sabe que nació en la zona de Langhe en Piamonte a principios del siglo XX.
La preparación es realmente muy sencilla, ¡solo necesitas algunos cuidados! ¡Ahora solo queda ponerse a cocinar para hacer vuestra suavísima panna cotta!
Este postre de cuchara es ideal en cualquier temporada, descubre todas sus irresistibles variantes:
Para preparar la panna cotta, primero pon a remojo las hojas de gelatina en agua fría durante 10-15 minutos 1. Abre la vaina de vainilla a lo largo y extrae las semillas con la punta de un cuchillo 2. Coloca en un cazo la nata y añade el azúcar 3.
Aromatiza con las semillas 4 y la vaina de vainilla 5. Calienta todo a fuego bajo y cuando la nata esté a punto de hervir, apaga el fuego y retira la vaina 6.
Cuando la gelatina esté blanda, escúrrela sin estrujar demasiado 7, sumérgela en el cazo con la nata caliente 8. Mezcla hasta que la gelatina se haya disuelto completamente; no debe haber grumos. A continuación, llena 4 moldes con capacidad de 150 ml cada uno ayudándote con un cucharón 9.
Una vez llenados los moldes 10, mete la panna cotta en el frigorífico a solidificar durante al menos 5 horas. Una vez solidificada la panna cotta, sumerge los moldes durante unos instantes en agua hirviendo, luego desmolda sobre el plato de servir 18. Decora a tu gusto antes de servir 18.