Pollo a la cazadora
- Fácil
- 1 h 10 min
“Este es un plato que hay que dejar que lo hagan los milaneses, siendo una especialidad de la cocina lombarda. Por tanto, me dispongo a describirlo sin ninguna pretensión, por miedo a ser ridiculizado”. Así presenta Pellegrino Artusi la receta de los ossobucos a la milanesa en el primer libro de recetas de la historia de la cocina italiana: un plato representativo que parece remontarse incluso a la Edad Media, caracterizado por un corte particular de carne que se vuelve extremadamente tierno por la larga cocción y la presencia del tuétano, que al derretirse hace la preparación aún más suculenta. Otro rasgo distintivo del òs büüs a la milanesa es la adición de la gremolada, una mezcla de perejil y ajo aromatizada con cáscara de limón que completa y realza el sabor de la carne de ternera. Generalmente propuesto como plato único junto con el infaltable risotto amarillo, el ossobuco a la milanesa también se puede servir como un sabroso segundo plato de carne, tal vez en la versión con guisantes o acompañado con una buena porción de polenta! También nosotros, como Artusi, elegimos presentaros nuestra versión de los ossobucos a la milanesa de forma sencilla y sin pretensiones... dejemos que sea el sabor quien hable y os transporte en un viaje por los sabores tradicionales de esta región.
¡Si os gusta la cocina lombarda, no os perdáis también la receta de la cassoeula!
Para realizar los ossobucos a la milanesa, primero preparad el caldo de carne que necesitaréis para cocinar los ossobucos, luego pelad las cebollas y cortadlas en gajos 1. Calienta la mitad del aceite en una sartén, añade las cebollas 2 y cocina durante unos 5 minutos a fuego medio-alto, después desglasea con la mitad del vino blanco 3 y cocina durante otros 10 minutos.
Una vez doradas 4, retira las cebollas de la sartén que también utilizarás para cocinar los ossobucos 5 y resérvalas. Ahora toma los ossobucos y, utilizando unas tijeras, haz 3 incisiones en el tejido conectivo de cada uno para evitar que se enrollen durante la cocción 6.
Vierte la harina en una fuente y condiméntala con sal 7 y pimienta, luego mezcla con una cuchara. Reboza los ossobucos por ambos lados 8 y sacúdelos suavemente para eliminar el exceso de harina 9.
Vierte el aceite restante en la sartén en la que habías cocinado las cebollas, añade la mantequilla 10 y déjala derretir, luego coloca los ossobucos dentro y déjalos dorar a fuego medio-alto sin tocarlos 11. Después de unos 4 minutos gíralos con cuidado y notarás que se ha formado una deliciosa costra en el exterior 12.
Dora los ossobucos por el otro lado durante unos 2 minutos, luego desglasea con el vino restante 13 y deja que se evapore. En este punto, añade el caldo de manera que casi cubra la carne 14, luego añade las cebollas 15, baja el fuego,
cubre con una tapa 16 y cocina a fuego medio-bajo durante 35 minutos. Mientras tanto, pela los dientes de ajo y elimina el germen 17, luego hiérvelos en agua durante 2 minutos 18: de esta manera el sabor del ajo será menos fuerte, sin embargo, si lo prefieres puedes omitir este paso.
Pasados los 35 minutos de cocción, gira los ossobucos con mucho cuidado 19, cubre de nuevo con la tapa 20 y sigue cocinando durante otros 25 minutos. Mientras tanto, lava el perejil y pícalo finamente junto con los dientes de ajo escaldados 21.
Cuando la cocción haya terminado, apaga el fuego y añade la mezcla de perejil y ajo a la sartén 22, luego aromatiza con la cáscara rallada de un limón no tratado 23: ¡tus ossobucos a la milanesa están listos para ser servidos y disfrutados 24!