Ribollita
- Medio
- 2 h 35 min
- Kcal 427
En la tradición gastronómica lombarda y en particular en la milanesa, a menudo hay preparaciones históricas de humildes orígenes campesinos, como la cassoeula, los mondeghili y la tripa a la milanesa, que también se llama "busecca".
Parece que en el pasado los milaneses eran grandes consumidores de ella, hasta el punto de que se les llamaba en broma "busecconi".
La busecca era un plato que acompañaba la vida de los campesinos en ocasiones importantes; se consumía principalmente la noche de Navidad, cuando los campesinos se reunían en los establos después de la misa de medianoche, pero también se preparaba con motivo de las ferias y mercados de ganado.
Existen muchas variantes en cuanto a la preparación de la tripa a la milanesa, debido al hecho de que cada familia, pueblo y ciudad tenía su propia tradición. Nosotros os proponemos la que ha llegado hasta nuestros días, quizás con ligeras correcciones, pero seguramente de sencilla preparación con ingredientes de fácil acceso.
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Pica finamente la cebolla, la zanahoria y el apio y resérvalos. Sofríe la panceta con la mantequilla 1 y luego añade el sofrito de verduras 2, las hojas de salvia 3, las bayas de enebro y los clavos de olor.
Cuando el sofrito esté listo, añade la tripa cortada en trocitos no muy grandes 4, déjala secar y luego añade unas cucharadas de puré de tomate 5, pimienta y un poco de agua caliente para permitir la cocción prolongada. Cocina durante al menos una hora a fuego moderado, siempre controlando que no se seque demasiado, después añade las alubias blancas de España precocidas (o alubias Borlotti), escurridas 6 y remueve durante un cuarto de hora, y en todo caso hasta que la busecca haya alcanzado una consistencia espesa.
Sirve la tripa a la milanesa en tazones de barro, acompañándola con picatostes y una generosa cantidad de queso rallado.