Estofado de ternera con patatas
- Fácil
- 2 h 30 min
- Kcal 612
Todos conocemos la ribollita como el plato de aprovechamiento por excelencia de la tradición culinaria toscana. El origen de este plato se remonta a la Edad Media, cuando los nobles solían consumir sus manjares dentro de unos panes llamados “mense”. Una vez terminado el almuerzo, el pan sobrante se daba a los sirvientes, quienes para alimentarse lo unían a sus pobres verduras y lo hacían hervir, obteniendo una sopa sustanciosa y sabrosa, una auténtica antecesora de la ribollita. ¡Aún hoy esta preparación forma parte de la cocina casera, conocida y apreciada en diversas variantes en la misma región que expresan tradiciones familiares o costumbres del lugar! Con la receta de la ribollita os contamos nuestros pequeños secretos para disfrutar al máximo de este comfort food de otros tiempos!
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Para preparar la ribollita comienza con la cocción de las alubias cannellini. Primero, ponlas en remojo en un bol lleno de agua al menos durante toda una noche, mejor aún si es durante 24 horas 1. Pasado este tiempo, en una cacerola amplia y de borde alto, calienta el aceite de oliva con el diente de ajo y la ramita de romero 2, luego añade las alubias escurridas del agua de remojo 3.
Cubre con agua 4 y cuece durante 1 hora a fuego medio-bajo con la tapa puesta 5. Al final de la cocción, añade sal y pimienta (es mejor añadir la sal al final, de lo contrario endurecería las legumbres si se añade demasiado pronto). Retira la ramita de romero, extrae una parte de las alubias 6 y resérvalas, ya que se añadirán enteras al final.
Tritura todo con una batidora de mano para obtener un caldo con el que cocinarás la sopa 7. Ahora prepara el sofrito: pela la cebolla y pícalo finamente 8, lava el apio y también pícalo fino 9.
Para terminar, pela la zanahoria y córtala en pequeños cubos 10. En una cacerola, calienta 25 gr de aceite de oliva y sofríe a fuego moderado la cebolla, el apio y las zanahorias picadas 11. Mientras el sofrito se cocina, pela la patata y córtala en dados 12.
Añade los dados de patata al sofrito y continúa la cocción 13. Mientras la patata se cocina, vierte los tomates pelados en un bol y aplástalos con un tenedor 14, añádelos a las verduras en la cacerola 15.
Mientras la cocción continúa, dedícate a las verduras de hoja: divide a la mitad la col, retira la costilla interna más dura 16 y luego córtala en juliana 17. Lava y corta groseramente las acelgas 18.
Y por último, lava y corta también las hojas de col rizada 19. Añade la col, las acelgas 20 y la col rizada 21 a la sopa.
Ahora vierte el caldo de alubias que has triturado 22, mezcla, cubre con la tapa 23 y lleva a ebullición. Cuando la sopa hierva, quita la tapa y cocina durante otros 45 minutos, revolviendo de vez en cuando. Cuando la sopa esté lista, ajusta la sal y la pimienta, añade las alubias enteras que habías reservado 24, mezcla y apaga el fuego.
Corta el pan duro en rebanadas gruesas, coloca algunas rebanadas en el fondo de un bol o sopera, cubre con un par de cucharones de sopa 25, luego coloca otra capa de pan y cubre con más sopa, continúa alternando las capas hasta terminar los ingredientes 26. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego ponlo en el frigorífico cubierto con film transparente 27 durante al menos 2 horas.
Pasado este tiempo, retoma la ribollita, el pan habrá absorbido la sopa y la ribollita tendrá un aspecto semi-sólido 28, viértela en una cacerola, lleva a ebullición, aromatízala con guindilla 29 y hojas de tomillo. ¡Tu ribollita está lista para ser disfrutada con un chorrito de aceite en crudo 30!