Cómo hacer el sofrito

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PRESENTACIÓN

El sofrito es una base clásica de la cocina y es fundamental saber prepararlo a la perfección para darle un toque extra de sabor a vuestras recetas. Apio, zanahorias y cebolla son los tres ingredientes principales: la regla generalmente prevé una proporción de 1:1:1, pero esta proporción puede variar dependiendo del resultado deseado. El corte de las verduras se llama a brunoise, un picado muy pequeño (el tamaño va de 1 a 3 mm) que permite obtener una cocción uniforme. El secreto, sin embargo, está en no tener prisa: el sofrito debe cocinarse a fuego lento para ablandarse sin tomar color. En este punto, podéis utilizarlo para preparar numerosos primeros y segundos platos tradicionales, como el risotto a la campesina, la callos a la florentina y el guiso de ternera con patatas, por ejemplo, o como base para suculentas salsas y aderezos, desde el típico ragú a la boloñesa hasta el innovador ragú de lentejas, pasando por una simple pero deliciosa salsa de salchicha. ¡Entonces listos, preparados... sofrito!

INGREDIENTES
Apio 3 tallos
Zanahorias 1
Cebollas 1
Aceite de oliva virgen extra 5 g
Sal fina cantidad suficiente

Preparación

Para preparar el sofrito, primero preparad las verduras. Para las zanahorias a brunoise: pelad y cortad los extremos de la zanahoria 1, luego divididla en dos piezas de la misma longitud 2 y nivelad los lados para obtener una forma regular. Cortad cada pieza en rodajas finas (el grosor debe estar entre 1 mm y 3 mm) 3.

Superponed las rodajas y cortadlas a lo largo para obtener palitos del mismo grosor 4. Finalmente, cortad los palitos en cubos, siempre de un tamaño entre 1 mm y 3 mm 5. En total, necesitaréis 100 g de zanahorias a brunoise 6.

Proceded de la misma manera con el apio: eliminad la base 7 y las hojas, luego dividid el tallo en 2-3 piezas de la misma longitud 8 y nivelad los lados. Cortad cada pieza en rodajas finas del mismo grosor que las zanahorias 9.

Cortad las rodajas a lo largo para obtener palitos del mismo grosor 10. Finalmente, cortad los palitos en cubos 11. En total, necesitaréis 100 g de apio a brunoise 12.

Para las cebollas, proceded de esta manera (podéis mojar la hoja del cuchillo para evitar que os piquen los ojos): pelad la cebolla y divididla a la mitad, luego eliminad el brote interior 13. Colocad ambas mitades sobre la tabla de cortar y haced incisiones horizontales, hasta aproximadamente tres cuartos de la cebolla 14. Luego, haced lo mismo de manera vertical, siempre sin llegar hasta el final 15.

En este punto, cortad la cebolla de arriba hacia abajo para obtener cubos 16, luego picadlos finamente con el cuchillo 17. Necesitaréis 100 g de cebolla a brunoise 18.

Para cocinar el sofrito, poned al fuego una cacerola ancha con bordes medios-bajos, añadid el aceite 19 y calentadlo. Verted el apio, las zanahorias 20 y la cebolla 21.

Salad inmediatamente 22 y cocinad las verduras a fuego medio-bajo durante unos 15 minutos, removiendo con frecuencia 23. Las verduras no deben tomar color, sino volverse translúcidas. ¡El sofrito está listo para ser utilizado 24!

Conservación

Podéis preparar una mayor cantidad de sofrito y congelarlo en crudo procediendo de esta manera: secad bien las verduras en cubos, luego distribuidlas en una bandeja y ponedlas en el congelador. Una vez congeladas, trasladadlas a las bolsas adecuadas. Podéis cocinar el sofrito directamente congelado.

Consejo

Los ingredientes del sofrito pueden variar dependiendo de la receta que vais a realizar:

- podéis sustituir la cebolla blanca con cebolla dorada, cebolla roja o chalota

- en lugar de aceite, podéis utilizar mantequilla

- podéis desglasar con vino a media cocción.

No se recomienda usar la batidora para picar las verduras porque obtendríais cubos de diferentes tamaños que se cocinarían de manera desigual.

La sal al inicio de la cocción sirve para sacar los líquidos contenidos en las verduras y estofarlas suavemente. Si tienden a dorarse demasiado, podéis añadir un poco de agua.

Con los restos de las verduras podéis hacer un excelente caldo vegetal!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.