Pizza con levadura instantánea

/5

PRESENTACIÓN

¿Qué hacer cuando nos entra antojo de pizza pero no tenemos suficiente tiempo para prepararla? ¡La pizza con levadura instantánea es la respuesta a este problema! En pocos minutos la masa estará lista y al ser una pizza sin levadura de cerveza, no será necesario esperar los largos tiempos de fermentación. Sabemos que las masas con levadura de cerveza y las con masa madre tienen cualidades insuperables, pero a veces hay que hacer compromisos y si es un buen compromiso, ¡mejor todavía! Os proponemos rellenar la pizza con levadura instantánea con champiñones, gorgonzola y jamón serrano, pero podéis enriquecer esta pizza rápida con muchísimos otros ingredientes. El resultado final no será exactamente como el original, pero estamos seguros de que estaréis muy satisfechos con esta receta rápida y deliciosa, como la sin amasado.

Si buscáis otras preparaciones saladas con levadura instantánea, probad también el pan o los originales pizza muffin y las rosquillas de pizza. Si en cambio queréis intentar una preparación sin levadura, aquí está nuestra focaccia rellena.

Y si tenéis tiempo para dedicar en la cocina, descubrid nuestra pizza en bandeja o la pizza con masa madre.

INGREDIENTES

Para 2 pizzas de 30 cm de diámetro
Harina 00 400 g
Agua 220 g - a temperatura ambiente
Sal fina 8 g
Levadura instantánea para preparaciones saladas 15 g
para condimentar
Passata de tomate 200 g
Gorgonzola 100 g
Sal fina cantidad suficiente
Salami cantidad suficiente
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente
Orégano cantidad suficiente

Preparación

Para preparar la pizza con levadura instantánea, lo primero que hay que hacer es verter la harina, la levadura instantánea para preparaciones saladas 1, la sal 2 y el agua 3 en un bol.

Mezclad los ingredientes con una cuchara de madera 4, luego comenzad a amasar con las manos 5. Transferid la mezcla a una superficie y trabajadla durante unos minutos hasta que esté suave y homogénea 6.

Dividid ahora la masa a la mitad y formad 2 bolas 7. Conseguíos dos bandejas de 30 cm y untadlas con una capa de aceite 8. Colocad la primera bola en el centro de una de las dos bandejas 9.

Extendela presionando con las manos untadas y estírela suavemente 10, hasta que cubra toda la superficie 11. Si la masa ofrece resistencia, dejadla reposar unos minutos antes de continuar, de esta manera se relajará y será más fácil de estirar. Verted el puré de tomate en el centro de cada pizza 12.

Esparcidlo con el dorso de una cuchara 13 y sazonad con aceite 14 y sal 15. Si lo preferís, podéis sazonar el puré de tomate por separado antes de verterlo sobre la pizza.

Añadid algunas hojas de orégano 16 y hornead en horno estático precalentado a 220° durante 15 minutos, colocándola en la base del horno. Sacad la pizza del horno y con la ayuda de una espátula 17 colocadla sobre una rejilla. Añadid encima la mozzarella en tiras 18.

Colocad también el Gorgonzola con la ayuda de una cuchara 19 y distribuid encima las lonchas de salami 20. Hornead en horno ventilado precalentado a 200°, introduciendo la pizza directamente con la rejilla en el horno. Sacadla del horno y servid bien caliente 21.

Conservación

Recomendamos consumir la pizza de inmediato. Como alternativa, se puede conservar en el frigorífico durante un día, o congelarla una vez cocida.

Consejo

Para una pizza más alta, más suave pero menos crujiente, cocinad las pizzas en dos bandejas de 27 cm.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.