Mousse de chocolate blanco

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PRESENTACIÓN

La mousse de chocolate blanco es un postre de cuchara con un sabor delicado. En la versión que te proponemos no contiene huevos, por lo que la mezcla resulta muy ligera y espumosa. La mousse de chocolate blanco es una variante de la clásica mousse de chocolate negro, ideal como postre para adornar a gusto con frutos del bosque o virutas de chocolate, y puede acompañarse con galletas secas como por ejemplo las lenguas de gato. ¡Una refinada alternativa a la clásica mousse de chocolate negro que te sorprenderá! Y si eres amante de los postres cremosos, ¡prueba también nuestra namelaka!

INGREDIENTES
Ingredientes para 8 copas de 70 ml
Chocolate blanco 235 g
Gelatina en hojas 5 g
Leche entera 125 g
Nata fresca líquida 250 g

Preparación

Para preparar la mousse de chocolate blanco empieza primero por ablandar la gelatina en un bol con agua fría durante unos 10 minutos 1. Pica el chocolate blanco y fúndelo al baño maría o, si prefieres, en el microondas 2. Vierte la leche en un cazo y cuando haya alcanzado el hervor, retírala del fuego y añade la gelatina bien escurrida 3.

Vierte un tercio de la leche en el chocolate blanco fundido 4 y cuando esté bien incorporado, añade otro tercio de la mezcla de leche, remueve para integrar bien y finalmente añade el último tercio de la leche restante hasta obtener una mezcla homogénea y fluida. Deja que se temple a temperatura ambiente y mientras tanto, monta la nata bien fría hasta obtener una consistencia espumosa. Asegúrate de que la mezcla de leche y chocolate blanco haya alcanzado una temperatura de unos 35/45 °C con un termómetro de cocina e incorpórala a la nata mezclando suavemente de abajo hacia arriba 5. Cuando la mezcla esté bien integrada 6, vierte la mousse de chocolate blanco en copas individuales de unos 70 ml y deja reposar en el frigorífico durante al menos 2 horas.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.