Pasta al horno
- Fácil
- 1 h 50 min
- Kcal 710
Hoy preparamos juntas unas deliciosas crepes de jamón y queso, perfectas para un almuerzo dominical en familia! La receta es sencilla, solo necesitarás un poco de paciencia para realizar las preparaciones individuales pero el resultado será excelente! Para realizar las crepes hemos utilizado nuestra masa clásica, ya probada y comprobada para crepes dulces y saladas. Para hacerlas suaves y cremosas hemos preparado la bechamel clásica, enriquecida con mucho queso! Rallándolo directamente dentro, las crepes estarán bien rellenas y esta salsa combinará perfectamente con el sabor del jamón cocido. Hemos elegido terminar el plato con una mantequilla aromatizada con salvia, para un gratinado realmente único y aromático! Descubramos juntas la receta y todos los pasos para prepararlas!
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Para preparar las crepes de jamón y queso empieza por la masa. Calienta suavemente la mantequilla para derretirla y luego apaga y deja enfriar. Bate los huevos, vierte la leche 1 y mezcla. Añade la mantequilla derretida enfriada 2, mezcla nuevamente y tamiza la harina dentro 3.
Mezcla enérgicamente con el batidor hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos 4. En este punto, cubre el bol con film transparente 5 y deja reposar al menos 30 minutos en la nevera. Mientras tanto, prepara la bechamel. Vierte la leche en un cazo, añade la nuez moscada 6 y la sal, y luego caliéntala.
Pon la mantequilla en otro cazo 7 y déjala derretir a fuego lento, luego apaga el fuego y añade la harina de una vez 8. Mezcla vigorosamente con un batidor de mano para evitar la formación de grumos. Vuelve a encender el fuego y sigue mezclando hasta obtener una mezcla dorada, el roux 9.
En este punto, diluye el roux vertiendo primero un poco de leche caliente 10 y luego todo el resto. Sigue mezclando a fuego lento hasta alcanzar una consistencia densa, pero más líquida de lo habitual 11. Ralla rápidamente el queso Gruyere, sin la corteza 12.
Añádelo a la bechamel aún caliente 13. Añade pimienta negra 14 y mezcla bien, hasta que se derrita 15.
Pasados los 30 minutos, retoma la masa de las crepes. Calienta una crepera (o alternativamente una sartén antiadherente de 24 cm de diámetro) y úntala con una nuez de mantequilla. Una vez a temperatura, vierte un cucharón de masa suficiente para cubrir la superficie de la sartén 16: puedes ayudarte con el utensilio especial para extender la masa de crepes o girar la sartén hasta distribuir la masa uniformemente. Después de aproximadamente 1 minuto a fuego medio-bajo, deberías notar un ligero dorado, los bordes tenderán a despegarse por lo que podrás voltear la primera crepe ayudándote con una espátula 17. Cocina también el otro lado durante aproximadamente 1 minuto, esperando a que tome color. Una vez cocida la primera, transfiérela a un plato. Repite esta operación hasta terminar la masa, deberías obtener así 10 crepes de 24 cm de diámetro: apílalas una encima de la otra 18.
Coloca las crepes en una superficie y, una a una, rellénalas primero con la bechamel de queso 19, extendiéndola bien por toda la superficie y luego con dos lonchas de jamón cocido 20. Dobla primero por la mitad 21.
Luego dóblalas en abanico 22 y colócalas en una fuente para horno. Procede así con todas las demás, superponiéndolas ligeramente mientras las colocas en la fuente 23. Prepara la mantequilla noisette: en un cazo añade la mantequilla y la salvia 24.
Cocina a fuego medio hasta que se vuelva color avellana 25. Deja la mantequilla a un lado por un momento y espolvorea el queso rallado sobre las crepes 26 27.
Vierte la mantequilla aromatizada por encima, distribuyéndola uniformemente 28. Añade más hojitas de salvia 29 y cocina en horno estático precalentado a 200° durante 5 minutos 30.