Pasta con crema de burrata y salmón ahumado
- Fácil
- 20 min
- Kcal 613
En cocina se pueden hacer muchas maravillas, ¡pero algunas son más sorprendentes que otras! Hoy os proponemos una receta que os hará volver a cuando erais niños y jugabais con el pequeño químico o cuando más mayores os apasionaron las historias de Harry Potter: crema de lombarda. La lombarda pertenece a la familia del repollo y es un ingrediente humilde pero con mil cualidades ocultas, perfecto para consumir crudo como en la ensalada. Además de ser naturalmente rico en vitaminas y sales minerales, la lombarda posee un inesperado lado transformista gracias a su alto contenido en antocianinas, responsables de la característica coloración violácea de muchas variedades de frutas y vegetales: bastará con añadir un elemento ácido como el zumo de limón a la crema de lombarda para variar su pH y... voilà, ¡obtendrás una crema rosa! Nada de alambiques o varitas mágicas, el secreto de este hermoso plato está en las diferentes interpretaciones de un mismo principio natural. Ahora que te hemos revelado el truco, solo te queda descubrir el sabor de esta sorprendente crema de lombarda... estamos seguros de que te conquistará tanto como su aspecto encantado, ¡buen provecho!
Para preparar la crema de lombarda, primero pela la chalota y córtala en rodajas no demasiado finas 1. Luego lava la lombarda bajo el agua corriente, divídela a la mitad, elimina la parte dura interior 2 y córtala en tiras con un cuchillo 3.
Ahora calienta el aceite de oliva en una olla de fondo grueso, añade la chalota 4 y sofríela a fuego alto hasta que tome un bonito color dorado. Cuando la chalota esté bien dorada, añade la lombarda a la olla (reserva algunas tiras para la decoración final) 5, añade una pizca de sal 6 y sofríela a fuego alto durante unos minutos, removiendo con frecuencia.
En este punto, vierte un litro de agua en la olla 7, baja el fuego y deja cocer durante 35-40 minutos sin tapa, removiendo ocasionalmente 8. Tras este tiempo, añade el medio litro de agua restante 9 y deja cocer durante otros 10-15 minutos.
Una vez finalizada la cocción, apaga el fuego, añade la nata fresca 10 y remueve cuidadosamente. Tritura todo utilizando una batidora de mano 11; cuando consigas una consistencia cremosa y uniforme 12,
pasa el puré obtenido a través de un colador ayudándote con una espátula 13 para hacerlo aún más fino y homogéneo. Ahora toma un cuarto de la crema obtenida, transfiérela a un bol aparte 14 y añade el zumo de limón 15:
remueve hasta que adquiera un color rosa uniforme 16. Condimenta con una pizca de pimienta tanto la crema rosa 17 como la violeta, y a esta última añade también una ralladura de nuez moscada 18.
Remueve una vez más y estás listo para emplatar: divide la crema violeta en dos cuencos de servir, añade un cucharón de crema rosa a ambas para crear un delicioso degradado de color 19, luego decora con un manojo de lombarda cruda cortada en juliana 20. ¡Tu encantadora crema de lombarda está lista para ser servida bien caliente 21!