Albóndigas de berenjena

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PRESENTACIÓN

Hoy están lloviendo albóndigas... ¡albóndigas de berenjena! Pequeños y deliciosos bocados para saborear uno tras otro, disfrutando de una combinación de suavidad y crujiente, perfectos para servir como una alternativa vegetariana a las clásicas albóndigas de carne, ¡a las que no tienen nada que envidiar! Varias regiones italianas reclaman su autoría, pero una cosa es segura: las albóndigas de berenjena son una receta que pertenece al sur, donde en verano se cosechan las hortalizas más tiernas y dulces. ¡Sigue nuestra receta y prepara este delicioso finger food perfecto para enriquecer tu buffet o para un happy hour entre amigos, te divertirás comiéndolos con las manos en un solo bocado!

Si buscas una variante no frita, prueba las albóndigas de berenjena en salsa, cocidas en sartén, o nuestro pastel de berenjena al horno!

INGREDIENTES
Berenjenas 800 g
Pan rallado 120 g
Parmesano Reggiano DOP 120 g - rallado
Huevos 1 - medianas
Ajo 1 diente
Pimienta negra cantidad suficiente
Sal fina cantidad suficiente
Perejil cantidad suficiente
Aceite de semillas cantidad suficiente - para freír

Preparación

Para preparar las albóndigas de berenjena, primero lava las berenjenas y colócalas en una bandeja de horno forrada con papel de horno 1, luego hornéalas en un horno estático precalentado a 200° durante 1 hora. Una vez cocidas 2, deja que las berenjenas se enfríen un poco y quítales la piel 3 y el tallo.

Coloca la pulpa obtenida en un colador y aplástala ligeramente con un tenedor 4 para eliminar el exceso de líquido 5. Transfiere el puré de berenjena a un bol de vidrio limpio, agrega el huevo y un diente de ajo previamente machacado 6.

En este punto, añade tanto el pan rallado como el queso Parmigiano Reggiano rallado 7 y ajusta de sal 8 y de pimienta. Pica finamente el perejil lavado previamente 9

e incorpóralo a la mezcla 10. Amasa todo con las manos 11 hasta que los ingredientes estén bien combinados 12. Si la mezcla está poco compacta, puedes agregar un poco más de pan rallado.

Una vez lista la masa, toma una pequeña porción y, con las manos, forma albóndigas redondas 13, del tamaño de una nuez, que pasarás por el pan rallado 14. Una vez terminado todo el compuesto, vierte el aceite en una cacerola y caliéntalo hasta que alcance una temperatura de 170° (utiliza un termómetro de cocina para medir la temperatura exacta). Cuando el aceite esté caliente, sumerge pocas piezas a la vez 15

y espera 2-3 minutos 16, hasta que estén bien doradas, antes de escurrirlas 17 y colocarlas en una bandeja forrada con papel de cocina, que absorberá el exceso de aceite. ¡Sirve tus albóndigas de berenjena aún calientes y humeantes 18!

Conservación

Recomendamos consumir las albóndigas de berenjena recién hechas, pero si lo deseas, puedes guardarlas en el frigorífico, en un recipiente hermético, por un máximo de un par de días. Puedes congelar las albóndigas de berenjena crudas y luego cocinarlas cuando las necesites.

Consejo

Si quieres evitar freír, también puedes cocinar las albóndigas en el horno: no mantendrán una forma perfectamente redonda, pero estarán riquísimas y un poco más ligeras. En este caso, puedes probar a 200° durante 15-20 minutos. Para ajustarte mejor, te sugerimos cocinar pocas albóndigas en la primera hornada para ajustar el tiempo y la temperatura ideales para tu horno.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.