Tagliatelle con setas porcini
- Medio
- 1 h 5 min
- Kcal 426
¿Podríais haber dicho que el plato número 1 de los restaurantes italianos en los Estados Unidos es una receta que casi desconocemos? Estamos hablando de las fettuccine Alfredo, ¡tan populares en América que casi parecen un plato de la tradición italoamericana! Sin embargo, las fettuccine Alfredo son un primer plato italianísimo, al igual que los spaghetti all'Amatriciana o los spaghetti cacio e pepe: simples fettuccine de pasta fresca al huevo hechas en casa condimentadas con abundante mantequilla y Parmigiano Reggiano DOP. La receta fue inventada en 1914 por Alfredo, precisamente, propietario de un restaurante en via della Scrofa en Roma, con la intención de recuperar las fuerzas de su esposa, debilitada por las fatigas del embarazo y el parto: ¡el plato le gustó tanto que sugirió a su marido que lo incluyera en el menú y desde ese día se convirtió en el punto fuerte del restaurante! Pero la verdadera consagración de las fettuccine Alfredo ocurrió cuando Mary Pickford y Douglas Fairbanks, dos famosos actores de la vieja Hollywood, probaron este plato de pasta durante su luna de miel en Roma y quedaron tan entusiasmados que regalaron a Alfredo en señal de gratitud dos cubiertos de oro, cuchara y tenedor, con la dedicatoria "To Alfredo the King of Noodles": desde entonces, el restaurante de Alfredo se convirtió en un destino predilecto tanto para las estrellas americanas de los locos años veinte como para los frecuentadores de la Dolce Vita romana, ¡quienes contribuyeron al éxito del plato también al otro lado del océano! ¿Qué estáis esperando? ¡Manos a la obra y preparad las fettuccine Alfredo para vuestros amigos... no una simple pasta con mantequilla y queso, sino una verdadera leyenda que os hará ganar también a vosotros el título de "rey de las fettuccine"!
Si sois amantes de las fettuccine, no os perdáis estas otras deliciosas ideas para condimentarlas:
Para preparar las fettuccine Alfredo, empezad con la pasta fresca hecha en casa. Para esta masa, utilizad sémola y harina juntas, de esta manera obtendréis una textura más rugosa y un color más amarillo 1. Mezclad las harinas en la superficie de trabajo 2, luego formad un hueco en el centro y añadid los huevos 3.
Incorporad los huevos mezclando primero con una espátula 4, luego continuad trabajando con las manos 5. Cuando la masa comience a tomar consistencia, continuad amasando durante unos 5-7 minutos golpeándola bien y estirándola en todas direcciones, teniendo cuidado de no romperla. Formad un panecillo 6, cubridlo con film transparente y dejadlo reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente.
Tamizad el queso a través de un colador 7 para que quede más fino 8. Tomad la masa y cortad aproximadamente un tercio 9. Mantened el resto de la masa siempre envuelta en film transparente para evitar que se seque.
Aplanadla con un poco de sémola 10 y pasadla por la máquina laminadora en el primer grosor 11. Después del primer pase, dad un par de dobleces y volved a pasar, así regularizáis la forma y mejoráis la tenacidad de la hoja. Continuad así hasta el penúltimo grosor, es decir, unos 1,5 mm; este último pasadlo una segunda vez. Cortad la hoja obtenida en 2 o 3 rectángulos (dependiendo de la longitud), espolvoread con sémola y dejad secar durante 2-3 minutos en cada lado 12.
Sólo en este punto enrollad la hoja por el lado corto para formar un rollito plano 13. Mantened el cierre hacia arriba y, teniendo mucho cuidado de no ejercer demasiada presión, con un cuchillo cortad las fettuccine de unos 6 mm de ancho 14. Ayudaos con el cierre del rollito para levantar las fettuccine y formar nidos 15. Reservad en una bandeja espolvoreada con sémola.
Coced las fettuccine durante un minuto en abundante agua con sal 16. Mientras tanto, poned la mantequilla a temperatura ambiente en una sartén y añadid un poco de agua de cocción para empezar a derretirla. Escurrid las fettuccine en la sartén con la mantequilla, con el fuego apagado: bastará el calor de las fettuccine para fundirla dejándola cremosa y fresca al gusto 17. A medida que escurráis las fettuccine, mezcladlas usando pinzas, alternativamente podéis usar 2 cucharas, pero tened cuidado de no romperlas. Una vez escurridas todas, añadid el Parmigiano Reggiano DOP poco a poco 18.
Mezclad y ajustad la consistencia del condimento con el agua de cocción, lo suficiente para obtener una crema perfecta 19. Una vez que las fettuccine estén bien mezcladas, ajustad de sal si es necesario 20. Servid de inmediato vuestras fettuccine Alfredo con abundante pimienta negra recién molida 21.