Tarta mágica

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PRESENTACIÓN

La tarta mágica es un postre sorprendente, tanto en sabor como en apariencia, que ha conquistado la web. ¡Su receta viene directamente de la red! Os preguntaréis qué tiene de mágico una tarta con ingredientes tan simples como harina, huevos, azúcar y extracto de vainilla. Con un procedimiento bastante rápido, conseguiréis preparar una tarta que durante la cocción formará tres mágicas capas con texturas diferentes pero con el mismo sabor, en este caso a vainilla!
La primera capa, que será la base, tendrá una consistencia más sólida, muy parecida a la del flan y un color más intenso. La capa central será suave y ligeramente gelatinosa como un pudín, mientras que la cobertura final será similar a un suave bizcocho, que haréis aún más delicioso con una espolvoreada de azúcar glas.
El secreto para el éxito óptimo de este postre es... seguir un "desorden ordenado"! Debéis, de hecho, añadir los ingredientes en la secuencia y a las temperaturas indicadas, respetando fielmente las indicaciones de la receta, de lo contrario las capas no se formarán correctamente.
Para hacer esta experiencia aún más mágica, disfrutad y haced disfrutar vuestra tarta mágica de vainilla con los ojos cerrados y saboreadla en cada parte, delitándoos con el contraste de sus capas y su sabor!

¡Probad también la variante de chocolate con la receta de la tarta mágica de cacao!

INGREDIENTES

Ingredientes para una fuente cuadrada de 20 cm y 6 cm de altura
Leche entera 500 ml - caliente
Azúcar 150 g
Mantequilla 125 g - fundido frío
Harina 00 115 g
Huevos 4 - a temperatura ambiente
Agua 1 cuchara - fría
Extracto de vainilla 1 cuchara
Zumo de limón 1 cucharadita
Sal fina 1 pizca
para decorar
Azúcar glas cantidad suficiente
para engrasar el molde
Mantequilla cantidad suficiente

Preparación

Para preparar la tarta mágica, comenzad haciendo derretir la mantequilla en un cazo 1. Tened cuidado de no quemarla y una vez derretida, vertedla en un bol y dejadla enfriar a temperatura ambiente. Luego, separad las claras de las yemas 2 y verted las yemas a temperatura ambiente en un bol, donde añadiréis el azúcar 3.

Ahora con las varillas eléctricas batid las yemas con el azúcar durante al menos 10 minutos, hasta que la mezcla se vuelva clara y espumosa 4. Mientras seguís batiendo, añadid a las yemas con el azúcar también una cucharada de agua muy fría 5 y una cucharada de extracto de vainilla 6. Si no tenéis varillas eléctricas, o si lo preferís, podéis realizar el procedimiento con una batidora de pie o con varillas manuales.

Añadid una pizca de sal 7 y la mantequilla derretida que habéis dejado enfriar 8, luego continuad batiendo durante unos minutos. Tamizad la harina poco a poco dentro de la mezcla y mezcladla para que se absorba completamente 9; mientras tanto, poned a calentar la leche en un cazo.

Una vez caliente, vertedla en la mezcla 10 y dejad incorporar durante aproximadamente 1 minuto. Es fundamental que la mezcla no tenga grumos; si los tiene, podéis tamizar la mezcla con un colador de malla fina ayudándoos con el dorso de una cuchara para eliminar los grumos. A este punto, tomad las claras a temperatura ambiente y vertedlas en un bol limpio, empezad a montarlas con las varillas eléctricas perfectamente limpias 11 empezad a montar añadiendo el jugo de limón (o vinagre de vino blanco) 12 cuando las claras se vuelvan claras: dará estabilidad a la mezcla. Debéis montarlas a punto de nieve pero no muy firme.

Incorporad con una varilla delicadamente las claras montadas a nieve, de modo que no se desmonten 13 y mezclad hasta obtener una masa bastante líquida. Enmantecad un molde cuadrado de 20x20 cm y 6 cm de alto 14 y forrad tanto el fondo como los bordes con papel de horno 15, para entender mejor cómo hacerlo, consultad la Escuela de cocina: cómo forrar un molde. Las dimensiones del molde son importantes para obtener el grosor correcto de la tarta.

Entonces, verted la mezcla en el molde enmantecado y forrado 16 y hornead en horno estático precalentado a 150° durante aproximadamente 80 minutos, hasta que la superficie de la tarta mágica esté bien dorada 17; sacad la tarta del horno y dejadla enfriar completamente a temperatura ambiente, luego cubridla con una capa de film transparente 18 y dejadla compactar en el frigorífico durante al menos 2 horas.

Cuando la tarta se haya compactado, desmoldadla del molde, eliminando el papel de horno 19 y cortadla en cubos 20. Para facilitar el corte, usad un cuchillo de hoja lisa y larga mojado con agua o usad un hilo de nylon. Colocad los cubos en un plato, espolvoreadlos con azúcar glas 21 y vuestra tarta mágica estará lista para ser servida y disfrutada!

Conservación

La tarta mágica puede conservarse en el frigorífico cerrada en un recipiente hermético o bien cubierta con film transparente durante hasta 3 días. Podéis congelar la tarta mágica cocida en el molde donde la habéis cocido o cortada en cubos, que pondréis en una bandeja de aluminio con cuidado de separarlos bien.

Consejo

Lo bonito de esta tarta es que es, justamente, mágica! Para cambiar de sabor basta con muy poco: añadid un poco de café o, para la versión de cacao, en vez de 115 g de harina, añadid 50 g de cacao y 65 g de harina. ¡No olvidéis espolvorearla con cacao en polvo!

Un par de consejos técnicos: el método del palillo para evaluar el grado de cocción os ayudará también esta vez y, de hecho, os permitirá evitar encontraros con una tarta firme en los extremos y líquida en el centro.

Si queréis, podéis sustituir el extracto de vainilla con las semillas de una vaina de vainilla.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.