Ravioli de ricotta y espinacas

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PRESENTACIÓN

Ricotta y espinacas, una de las combinaciones más exitosas en la historia de la cocina... dos ingredientes genuinos que en esta receta se encuentran con la pasta fresca para dar forma a un gran clásico: ¡los raviolis de ricotta y espinacas! Un formato tradicional de pasta rellena con un corazón suave y sabroso, imprescindible en los menús de grandes ocasiones y festividades como por ejemplo la Navidad. De hecho, los raviolis de ricotta y espinacas siempre ponen de acuerdo a todos: vegetarianos y no, adultos y niños... ¡incluso a los que nunca comen verduras! Os mostramos cómo prepararlos con vuestras propias manos, desde la masa hasta el relleno y el método para cerrarlos correctamente. El paso más importante es estirar la lámina muy fina, por eso hemos decidido utilizar la ayuda de la máquina de hacer pasta, pero si lo preferís, podéis hacerlo como nuestras abuelas y armaros con un rodillo y fuerza de brazo. Condimentad los raviolis de ricotta y espinacas con mantequilla y salvia o con una simple salsa de tomate y llevad a la mesa un primer plato casero y, al mismo tiempo, de gran calidad.

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  • Raviolis de pescado

 

INGREDIENTES

Para la pasta fresca (para aproximadamente 62 raviolis)
Harina 00 200 g
Huevos 2
Para el relleno
Espinacas 135 g
Ricotta de vaca 70 g
Grana Padano DOP 30 g - rallado
Nuez moscada cantidad suficiente
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Para espolvorear y pincelar las láminas
Sémola cantidad suficiente
Agua cantidad suficiente

Preparación

Para hacer los raviolis de ricotta y espinacas, empieza con la pasta fresca: bate los huevos por separado 1, luego viértelos poco a poco en un bol con la harina 2 mientras mezclas para incorporarla 3.

Sigue amasando con las manos en el bol 4, luego pásate a la superficie de trabajo y trabaja hasta obtener una consistencia lisa y homogénea 5. Envuelve la masa en film transparente y deja reposar en un lugar fresco y seco durante 30 minutos 6.

Mientras tanto, prepara el relleno: calienta un poco de aceite en la sartén, añade las espinacas 7 y saltéalas brevemente, luego baja el fuego, tapa 8 y cocina durante unos 5-6 minutos. Pasado este tiempo, ajusta de sal 9.

Pasa las espinacas cocidas a un colador y presiona bien para eliminar el exceso de líquido 10, luego pícalas finamente 11. Reserva las espinacas momentáneamente y pon en un bol la ricotta y el Grana Padano DOP rallado 12.

Sazona con pimienta y nuez moscada 13, luego añade las espinacas picadas 14 y mezcla bien todo 15. Pon el relleno en una manga pastelera sin boquilla.

Pasado el tiempo de reposo, divide el bloque de masa por la mitad 16. Toma una de las dos porciones, espolvoréala ligeramente con sémola y aplánala con las manos 17, luego estírala con el rodillo para darle una forma bastante regular y obtener un ancho similar al del rodillo de la máquina de hacer pasta 18.

Pasa la lámina por los rodillos de la máquina con el grosor más amplio 19. Coloca nuevamente la tira de masa obtenida en la superficie de trabajo y pliega los lados hacia el centro 20, luego aplánala nuevamente con el rodillo para darle una forma lo más rectangular posible 21.

Vuelve a pasar la lámina por los rodillos, disminuyendo gradualmente el grosor hasta llegar a aproximadamente 1-2 mm 22; si la masa resulta demasiado húmeda, puedes espolvorear ligeramente la lámina con sémola. Procede de la misma manera para estirar también la segunda porción de masa; mientras tanto, cubre la primera lámina con un paño o film transparente para evitar que se seque. Una vez obtenidas las láminas, recorta los lados cortos con un cuchillo 23; puedes volver a amasar los restos, teniendo cuidado de que no se sequen. Exprime el relleno sobre una de las 2 láminas, distanciando los montoncitos unos 3 cm y dejando un borde exterior de unos 1,5 cm (si no tienes manga pastelera, puedes usar una cucharita) 24.

Humedece la lámina con agua utilizando un pincel o un pulverizador 25, luego cubre con la segunda lámina, haciendo coincidir bien los lados 26. Presiona ligeramente los bordes con los dedos para que las láminas se adhieran 27.

Pasa delicadamente el dedo también alrededor del relleno para sacar todo el aire 28. Finalmente, recorta y da forma a los bordes con una rueda dentada para obtener raviolis de unos 4,5x4,5 cm 29. Coloca poco a poco tus raviolis de ricotta y espinacas sobre un paño espolvoreado con sémola 30.

Conservación

Se recomienda cocinar los raviolis de ricotta y espinacas inmediatamente. De lo contrario, puedes conservarlos en el frigorífico durante un máximo de 24 horas en una bandeja con un paño espolvoreado con sémola y cubiertos con film transparente.

Se pueden congelar los raviolis crudos, separándolos primero en una bandeja y luego transfiriéndolos a bolsas.

Consejo

Es importante escurrir bien las espinacas para evitar que el exceso de líquido haga que los raviolis se abran.

Para reducir los restos al mínimo, puedes volver a amasarlos y estirarlos nuevamente; lo importante es que no se sequen, así que si es necesario, cubre la masa con film transparente.

Si te gusta esta combinación, ¡prueba también la receta de las albóndigas de ricotta y espinacas!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.