Pasta fresca con huevo (lámina y formatos)

/5

PRESENTACIÓN

Hacer pasta fresca en casa es un arte antiguo: de la lámina estirada con el rodillo se obtienen hilos de oro como tagliolini o tagliatelle, cofres rellenos como ravioli o tortellini y las intemporales lasañas.
Hoy en día también se ha vuelto a probar con la pasta fresca hecha en casa, un producto genuino realizado con las propias manos que no tiene precio, ya sea que se elija la receta con huevo, que encuentras aquí, o sin huevo como la receta de los strozzapreti hechos a mano o las tagliatelle sin huevo. Si haces cuentas, no se necesita mucho tiempo para preparar una buena pasta fresca: 15-20 minutos para una buena masa lisa y elástica, 30 minutos de reposo, 15 minutos para estirar y obtener la lámina... en aproximadamente una hora ¡todo listo! Nosotros partimos de la proporción clásica de 100 g de harina por un huevo, pero también depende mucho del formato que se quiera preparar. Así que, uno de los consejos generales más valiosos es el de quedarse un poco corto con la dosis y agregar según sea necesario. Si queréis sentiros también vosotros "sfoglina" por un día, empezad a preparar con nosotros la pasta fresca, perfecta con cualquier sabroso acompañamiento, desde el clásico ragú a los condimentos de pescado. Cuando os sintáis un poco más expertos, podréis probar a colorearla con tinta de sepia, por ejemplo, para realizar un primer plato impactante para Halloween como los tagliolini embrujados en el pimiento!

INGREDIENTES
Huevos 4 - (de al menos 70 g cada una) preferiblemente ecológicas
Harina 00 400 g

Preparación

Para realizar la pasta fresca, vierta un poco menos de 400 g de harina en un bol (mejor reservar un poco para agregar si es necesario) 1 o directamente sobre una mesa de trabajo de madera por su porosidad. Cree un hueco en el centro y agregue los huevos enteros 2, con el tenedor mezcle y simultáneamente comience a incorporar la harina 3.

Una vez que la parte líquida ha sido absorbida, comience a amasar a mano 4: transfiera a la mesa de trabajo o una superficie de madera y trabaje la masa durante unos 10 minutos, con la palma de la mano y de manera enérgica, estirándola en todas las direcciones 5 pero teniendo cuidado de no rasgarla. Una vez que la masa esté lisa 6,

envuélvala en film transparente 7 y déjela reposar a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos. Una vez reposada, podrá volver a tomar la masa, cortar un trocito con el cortador 8, asegurándose de mantener el resto en el film para que no se seque. Enharine el trozo de masa 9

y estírelo con la máquina laminadora 10 en el grosor máximo y pase el bloque entre los rodillos para obtener una primera lámina que será gruesa 11, doble los dos bordes de la lámina hacia el centro 12

para darle una forma más regular 13, luego espolvoree nuevamente con muy poca harina y páselo de nuevo entre los rodillos 14; una vez obtenida una lámina rectangular, colóquela en la mesa de trabajo ligeramente enharinada y recorte los extremos con un cortador 15 (o un cuchillo),

luego divídala en dos partes 16 para manejarla más fácilmente pasando de vez en cuando al grosor más fino hasta llegar al penúltimo grosor 17. En este punto su pasta fresca de huevo está lista, puede realizar el formato de pasta que prefiera 18: descubra todas las indicaciones al final de la receta.

Conservación

Puede congelar la pasta fresca cruda, en los diferentes formatos elegidos. Para congelar, colóquela en una bandeja bien separada y luego póngala en el congelador para endurecerla durante un par de horas. Cuando estén bien endurecidas, colóquelas en bolsas de congelación y vuelva a ponerlas en el congelador. Cuando necesite usarlas, hiérvalas directamente congeladas en agua hirviendo y proceda según la receta.

Consejo

Si prefiere el método tradicional, puede estirar la pasta fresca con un rodillo largo. Se necesitará mucha paciencia y... ¡esfuerzo! Algunos añaden una pizca de sal pero nosotros preferimos no hacerlo para evitar las rayas blancas en la lámina.

Decálogo para una pasta fresca perfecta!

1_ Usar la mesa de trabajo: la rugosidad de la madera es más adecuada que una simple superficie lisa

2_ Batir los huevos con el tenedor cuando se incorporan en la fuente de harina para que no se derramen.

3_ ¿Sal sí o no? Según las corrientes emilianas, no debería añadirse a la masa; según otros, sin embargo, una pizca de sal no vendría mal.

4_ Evitar corrientes: puede secar la pasta

5_ Proporción harina-huevos: la proporción clásica prevé para cada huevo 100 g de harina. Pero depende sobre todo de lo que se quiera preparar.

6_ La elaboración: la pasta se debe trabajar al menos durante 10 minutos, con energía y con la palma de la mano, golpeándola de vez en cuando sobre la mesa de trabajo para hacerla más elástica

7_ Mantener cubierta la masa que no se esté trabajando, para evitar que se seque.

8_ Enharinar la superficie de trabajo: de esta manera, los formatos de pasta no se pegarán a la superficie.

9_ Si debe realizar lasaña, tagliatelle, tagliolini, pappardelle o quadrucci, es preferible secar las hojas estiradas espolvoreadas con sémola unos minutos por cada lado antes de doblarlas en un rollito plano.

10_ ¿Huevos o yemas? Si se realiza una pasta fresca rellena como raviolis o tortellinis, se pueden desequilibrar las dosis hacia la parte líquida. Por ello, para unos 140 gramos de harina, añada un huevo + una yema. Si realiza otros formatos secos, es mejor usar solo el huevo entero.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.