Tarta salada de espinacas

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PRESENTACIÓN

Siempre hemos amado las tartas saladas por su versatilidad y la sencillez de realización que las convierten en soluciones perfectas para cenas rápidas y para vaciar la nevera. Con coliflor y hinojo en invierno y con tomatitos y berenjenas en verano, estas deliciosas tartas se pueden realizar durante todo el año siguiendo la estacionalidad de las verduras que representan el corazón sabroso de estos suculentos platos. En la mesa se pueden servir como aperitivo, quizá cortadas en pequeños y prácticos cubos, pero también como un segundo plato completo, que en algunos casos puede ser una perfecta alternativa vegetariana, como la receta que os proponemos aquí: la tarta salada de espinacas. Una crujiente base de masa brisée encierra un relleno suave sazonado con espinacas salteadas. ¡Sin duda una de las formas más deliciosas de comer verduras!

INGREDIENTES

Ingredientes para la brisa (para un molde de 22 cm)
Mantequilla 100 g - frío
Harina 00 200 g
Agua 50 g - fría
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Para las espinacas
Espinacas 550 g
Cebolleta fresca 30 g - (aproximadamente 2)
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente
Sal fina cantidad suficiente
Para el relleno
Huevos 3
Nata fresca líquida 200 g
Queso caciocavallo 80 g
Tomillo cantidad suficiente

Preparación

Para realizar la tarta salada de espinacas, primero prepara la masa brisée: en un bol, vierte la harina y la mantequilla fría en trozos 1, trabaja la masa con las puntas de los dedos hasta obtener una consistencia desmenuzada 2 y añade la sal 3.

Añade también la pimienta 4 y luego vierte el agua fría en un hilo 5, continuando a mezclar hasta obtener una mezcla homogénea 6.

Transfiérelo a una superficie de trabajo y forma un bloque. Envuelve con papel film 8 y ponlo en el frigorífico a reposar durante aproximadamente 1 hora. Mientras tanto, corta el cebollino y córtalo en rodajas 8. En un sartén, vierte un chorrito de aceite, añade el cebollino y deja dorar durante un par de minutos 9.

En este punto, añade las espinacas lavadas 10; cubre con la tapa 11 y cocina así durante 5 minutos 12.

Una vez cocido, salpimenta 13. Reserva. Recupera el bloque de masa brisée y extiéndelo sobre una superficie ligeramente enharinada 14, hasta obtener un espesor de aproximadamente 1 mm 12.

Unta con mantequilla un molde para tarta de 22 cm de diámetro. Coloca encima la masa, con la ayuda del rodillo 16 y haz que se adhiera bien al fondo y a los bordes, luego recorta el exceso de masa 17. La base de la tarta salada está lista 18.

Ahora prepara el relleno: en el vaso de una batidora, vierte los huevos y la nata 19. Bate todo con la batidora de mano 20. Corta el queso en pequeños cubos 21.

Coloca la mitad de las espinacas en la base de la masa brisée 22. Vierte la mezcla dentro 23 y añade el queso en cubos 24.

Añade también las hojas de tomillo 25 y las espinacas restantes 26, distribuyéndolas de manera homogénea 27.

Extiende la masa brisée restante y realiza tiras de aproximadamente 2 cm de ancho 28. Decora la tarta salada con las tiras, formando un enrejado 29 y hornea en horno estático precalentado a 180° durante 55 minutos. Una vez cocida, saca tu tarta salada de espinacas del horno 30 y déjala templar antes de desmoldarla y servirla.

Conservación

Guarda la tarta salada de espinacas en la nevera y consúmela en un plazo de 2 días. Puedes congelar la tarta después de cocida.

Consejo

A quienes les gusten los sabores intensos pueden hacer una crema diferente sustituyendo el caciocavallo con 120 g de Gorgonzola.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.