Risotto de calabaza

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PRESENTACIÓN

El risotto de calabaza es una de las recetas otoñales más queridas: un primer plato que encierra todo el calor de los sabores genuinos, del buen aroma que huele a hogar. Una receta con calabaza, un plato de origen campesino, como muchos de los mejores platos de nuestra tradición: solo la intuición, la práctica y la fantasía han sabido transformar la calabaza y el arroz en un plato hoy celebrado por los gastrónomos y amado por los conocedores. ¿Qué hay de tan especial en un risotto de calabaza, qué lo hace irresistible? Su sencillez, podríamos decir; una sencillez que encierra sabiduría, cuidado, gestos inmutables, necesarios, desprovistos de frivolezas pomposas: el tostado del arroz, que impermeabiliza los granos y les da una extraordinaria firmeza en la cocción. La cocción seguida paso a paso, un cucharón de caldo a la vez, porque un arroz hervido es diferente de un risotto. La mantequilla, ese momento en que el almidón convierte los restos del caldo en una cremita que luego la mantequilla hace brillante y fundente. Muchos pequeños gestos de otros tiempos, que hacen de este plato una delicia capaz de conquistar tanto a los paladares más refinados como a los amantes de los sabores sencillos y genuinos. Un plato perfecto para cualquier ocasión, desde la cena para dos hasta la fiesta de Halloween, ¡excelente para enriquecerlo también con muchos otros ingredientes!

Aquí algunas variantes para probar:

  • Risotto de calabaza y speck
  • Risotto de calabaza y gorgonzola
  • Risotto con calabaza y salchicha
  • Risotto con calabaza y setas
  • Risotto de calabaza con robiola
INGREDIENTES
Arroz Carnaroli 320 g
Calabaza Delica 750 g
Cebollas rojas 100 g
Caldo vegetal 1 ½ l
Parmesano Reggiano DOP 80 g
Vino blanco 60 g -
Mantequilla 50 g
Pimienta negra cantidad suficiente
Sal fina cantidad suficiente
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente

Preparación

Para realizar el risotto de calabaza, lo primero que debes hacer es preparar el caldo de verduras y mantenerlo caliente. Luego pasa a limpiar la calabaza: quítale la piel 1 y las semillas 2. Luego córtala en rodajas y saca cubos 3. En total obtendrás unos 600 g.

Pica finamente la cebolla 4 y ponla en una cazuela amplia en la que hayas calentado el aceite 5. Deja sofreír la cebolla a fuego muy bajo durante unos 10 minutos, hasta que esté tan tierna que se deshaga; ayuda añadiendo una pizca de sal 6 para que suelte los líquidos.

Añade luego la calabaza 7 y rehógala durante unos minutos, removiendo 8 para que no se pegue. Luego empieza a añadir un cucharón de caldo caliente 9, y agrega más poco a poco hasta que la calabaza esté cocida (unos 20 minutos): debe estar bien tierna y cremosa.

Mientras tanto, calienta una cazuela y añade el arroz dentro 10. Utilizamos el método en seco porque el tostado del arroz es indispensable para que los granos mantengan la cocción. Tosta el arroz a fuego alto, removiendo frecuentemente hasta que apretándolo en un puño no puedas aguantarlo más de unos pocos segundos. Tomará 2-3 minutos. Luego desglasa con el vino blanco y remueve inmediatamente para que no se pegue 11. Tan pronto como el vino se haya evaporado completamente, vierte el arroz en la cazuela con la calabaza 12.

Mezcla bien y lleva el arroz a cocción añadiendo más caldo caliente según sea necesario 13. Tomará unos 15-20 minutos, dependiendo del arroz utilizado. Cuando haya alcanzado la consistencia correcta, apaga el fuego. Añade la mantequilla 14 y el parmesano rallado 15.

Añade pimienta negra 16, ajusta de sal y mezcla bien el risotto removiéndolo. Si prefieres un risotto más caldoso, puedes añadir otro cucharón de caldo 17. Espera 1-2 minutos, sirve el risotto en platos y sírvelo 18.

Conservación

Guarda el risotto de calabaza en un contenedor hermético en el frigorífico, durante 1-2 días como máximo.

Consejo

Si quieres hacer más especiado tu risotto, aromatiza el sofrito con hierbas aromáticas: tomillo, romero o mejorana… ¡o por qué no usarlas todas juntas!

En lugar de cebolla, dado el carácter dulce de la calabaza, refuerza con chalota o ajo. Para un resultado extra cremoso, prueba a sustituir el parmesano con ricotta, mascarpone, taleggio o también robiola o squacquerone!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.